«PASIÓN POR LAS ALMAS»

«PASIÓN POR LAS ALMAS»
Mateo 28:18-20
Al pasaje se lo conoce como la «Gran Comisión» que el Señor nos dejó para que lo cumpliésemos.
I. LA PASIÓN DEL SEÑOR JESUCRISTO POR LAS ALMAS.
Sabemos que el deseo, el anhelo ardiente de nuestro Salvador Jesucristo es que las almas sean salvas. El libro de Hebreos nos dice que: “…el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio…” Hebreos 12:2. La salvación de las almas era el gozo del Señor. El Señor vino a esta tierra con este propósito. “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” Lucas 19:10
Este debiera de ser el deseo de cada uno de los que hemos creído en Cristo Jesús como nuestro único Salvador. El día que nacimos de nuevo, el día que Dios obró en nuestra conversión, fue acompañado de este vivo deseo, de esta pasión por las almas. Este vivo deseo que mis padres sean salvos, de que mis hermanos de sangre sean salvos, de que mis tíos y primos sean salvos, de que mis compañeros de estudios, de trabajo sean salvos, que mis vecinos sean salvos. Debemos continuar teniendo esa pasión por salvar a las almas.
¿Tienes tú esta pasión por las almas? Dice el apóstol Pablo en Romanos 10:1 “Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación.” ¿Es así el deseo de tu corazón? ¿Tienes este mismo anhelo? ¿Se ha ido apagando esta pasión por las almas en tu vida?
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” Mateo 28:19.
II. LA PASIÓN POR SALVAR A LAS ALMAS EN EL COMIENZO DE LAS IGLESIAS CRISTIANAS
A los Apóstoles les advirtieron que no tuviesen tal pasión por ganar almas, que se callaran, y que guarden sus creencias para sí mismos. Los censuraron y encarcelaron por tratar de ganar almas.
“Hablando ellos al pueblo, vinieron sobre ellos los sacerdotes… y los saduceos, resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de entre los muertos. Y les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente, porque era ya tarde” (Hechos 4:1-4).
¡Qué pasión que ponían!. Fueron arrestados por hablar de su fe y por traer a otros a Cristo. No había forma de hacerlos callar. Advirtiéndoles, amenazándoles, poniéndoles en la cárcel, usando toda forma posible para hacerlos retroceder, pero ellos seguían predicando a Cristo y Cristo Crucificado.
De nuevo los líderes religiosos se “llenaron de celos” (Hechos 5:17). “[Ellos] les echaron mano a los apóstoles y los pusieron en la cárcel pública” (Hechos 5:18). Luego, cuando los oficiales los sacaron, dijeron a los Apóstoles:
“Habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina” (Hechos 5:28).
Pero ellos contestaban:
“…Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5:29).
¡Qué gran pasión por ganar las almas!, no había nada que pudiese detenerlos!. Así era la iglesia en sus comienzos. Esta era la pasión de los primeros cristianos, ¡qué bueno sería que esta misma pasión se viese en nuestras iglesias hoy!.
Pablo le decía a los hermanos: “Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo.” 2 Timoteo 4:2
¡Como este mundo, Satanás y nuestra propia carne trata de una u otra forma que no obedezcamos a este mandato del Señor!.
III. LA POCA PASIÓN POR SALVAR A LAS ALMAS QUE VEMOS EN EL CRISTIANISMO ACTUAL.
Hoy vemos que la gran mayoría de los evangélicos modernos, han abandonado casi totalmente el ganar a las almas. Hoy observamos un cristianismo tan acomodado al mundo, sin ninguna pasión, tibio.
Muchos evangélicos están diciendo que: no podemos hablar de la Sangre de Cristo, no podemos hablar de la cruz, no podemos hablar del pecado, no podemos hablar del arrepentimiento, porque no entienden; no podemos hablar del infierno, porque les asusta. Sin embargo Cristo habló de todo esto en su Palabra.
También muchos nuevos evangélicos llaman hermanos a quienes no lo son, para no ofender. Evangélicos modernos han abandonado el ganar a las almas.
• ¿Es que Dios ha quitado de su Palabra que debemos ganar a las almas? No.
¿Cuándo ha cambiado eso?
“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” Romanos 1:16
Los nuevos-evangélicos han abandonado gradualmente la Doctrinas fundamentales de las Escrituras, y han recurrido a otras cosas u otros métodos.
En la parábola del hombre que hizo un gran banquete e invitó a muchos, en Lucas 14:16-24, se nos dice que el siervo fue a llamar a los que ya habían sido invitados. Ellos no quisieron ir. Luego se le dijo que fuera a las calles y plazas de la ciudad y que invitara a los “pobres, los mancos, los cojos y los ciegos.” Luego fue a los caminos y vallados del país ¡y los urgía de manera forzosa a viniesen!
“Nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo” (Lucas 2:10).
Las buenas nuevas de Jesús son: que el Señor vino a este mundo de pecado, a salvar a los hombres de la condenación eterna. Jesús murió en la Cruz para pagar la pena del pecado del hombre. Pero Cristo resucitó corporalmente de la tumba y ascendió a la diestra de Dios Padre. Hoy puedes ser salvo, de una vez para siempre, por la fe simple en Jesucristo.
• Cuando obedecemos la Gran Comisión llevando el evangelio, podemos pensar: «Nadie oirá. Nadie será convertido. Nadie vendrá a Jesús». Cristo dijo:
«Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra» (Mateo 28:18).
Porque toda la potestad es dada a Cristo, podemos estar seguros de que nuestro evangelismo será exitoso.
El poder de convertir almas perdidas viene de Cristo. Y es Él quien da el poder a tu testificar, a nuestra predicación, a nuestras oraciones. ¡Como toda la potestad le pertenece a Él, no puede haber fracaso cuando obedecemos la Gran Comisión!
Mira La pasión que ponía el Apóstol Pablo por salvar a las almas. 1 Corintios 9:16-27
“Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y !ay de mí si no anunciare el evangelio! Vers. 16
“Me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número” vers. 19.
“A todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos” vers. 22.
IV. LA PASIÓN POR LAS ALMAS SIGUIENDO EL PLAN PERFECTO DE DIOS.
Estas palabras, que Jesús mandó en los versos 18 al 20, de Mateo 28, son de las más trascendentales en la Biblia. Todo Cristiano, todo predicador, toda iglesia debe seguir este plan.
LAS TRES PARTES DE LA GRAN COMISIÓN.
A. Cristo Dijo Que Hiciéramos Discípulos. «Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones…» Mateo 28:19a.
«Haced discípulos». Esto excluye del todo el «ganar almas» superficial. La gente tiene que entender el evangelio y venir a Jesucristo. No se apresure a que esta persona haga una oración. El estilo de «decisionismo”, no produce a menudo conversiones verdaderas. Debemos tomar tiempo con cada persona, «discipulando» a cada uno a la salvación verdadera.
Cristo dijo, «haced discípulos a todas las naciones». Ellos llevaron el evangelio a todo el mundo conocido, porque obedecieron la Gran Comisión.
«Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura» (Marcos 16:15).
¡Debemos ir a todo grupo étnico y racial con el evangelio de Cristo!
B. Cristo Dijo Que Los Nuevos Conversos Deben Ser Bautizados, «bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo» Mateo 28:19.
Después que la persona es convertida, debe ser bautizada y unida a la iglesia local.
«Así que los que recibieron su palabra, fueron bautizados…» (Hechos 2:41, 47).
El bautismo está conectado a la conversión y a la membrecía de iglesia.
Primero, eres convertido.
Segundo, eres bautizado.
Tercero, te haces miembro de la iglesia local.
Los conversos deben ser bautizados «en el nombre» del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. El «nombre» es singular. Aquí se enseña claramente la doctrina de la Trinidad.
C. Cristo Dijo Que Enseñáramos Sus Mandatos A Los Que Son Bautizados. «Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo» (Mateo 28:20).
Las grandes verdades del Nuevo Testamento son suficientemente simples para que cada nuevo convertido las aprenda. La vida de fe, crecer en el Señor Jesucristo, la santificación, la justificación, la asistencia a los cultos, el diezmo, la oración, ganar almas, etc. – estas son las cosas principales que se enseñan en el Nuevo Testamento.
CONCLUSIÓN: ¿Se está apagando ese fervor por ganar a las almas? Lucas 18: 2 dice: “Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”.
Que no se apague ese ardor por las almas. Que podamos ser como JUAN EL BAUTISTA “El era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz.” Juan 5:35
Cristo terminó su mandato de la Gran Comisión diciendo que debemos hacer estas cosas, «hasta el fin del mundo». Esto muestra que la Gran Comisión está vigente hasta el fin de esta edad presente. Amén.

Deja un comentario